Todas las tardes, a eso de las 19hs, declaro "Esta noche me voy a dormir más tarde" o "Esta noche voy a ver una película" o "Me voy a quedar escribiendo". Y después ceno, lavo los platos y cierro el día por completo. Estoy desempleada así que duermo hasta cualquier hora si total todo da lo mismo. Trato de levantarme temprano porque me da una sensación de control que quizás no tenga sustento en la realidad pero yo creo que sí. A veces lo logro, otras no tanto.
De adolescente y hasta bien entrada la adultez, me quedaba hasta tarde escribiendo, leyendo y escuchando música. No sé qué tenía la noche que me inspiraba, me hacía escribir hasta más no poder, hasta que era de madrugada y recién ahí me daba cuenta de que había pasado muchas horas encorvada sobre mi laptop picando teclas, dejándome llevar por la música y por el silencio de afuera (excepto los fines de semana, cuando los boliches cercanos se llenaban de gente y ruido).
Ahora son las 22.36hs. Es tarde para mí. A esa hora normalmente estoy en la cama, a veces incluso durmiendo. Duermo mucho. Duermo de más. Quisiera dormir una cantidad normal de horas. Pero ¿para qué? ¿Para vivir? ¿Qué es vivir, al fin y al cabo? ¿Hacer cosas? Dormir no es vivir y tal vez por eso me inclino por la cama a la noche y a la mañana. Las veces que duermo siesta suele ser por dos razones: estoy deprimida o realmente tengo mucho sueño. Normalmente quiero escaparle a la realidad, al vacío, al deseo. Estoy llena de deseos. La noche (esta noche) los hace resplandecer, como algo radiactivo o como esas estrellitas que brillan en la oscuridad.
Deseo una casa propia pero tengo que conformarme con formar un hogar provisional en el próximo alquiler que consigamos (espero que pronto porque me estoy volviendo loca de sólo pensarlo). Deseo que esa casa cumpla ciertos requisitos. Deseo que la mudanza salga bien. Deseo volver a viajar. Deseo que mi gata no sufra y no deje de comer esta vez cuando no estemos. Deseo viajar sola de nuevo. Deseo viajar con un amigo. Deseo cerrar los ojos y revivir los momentos felices. Deseo tener un hogar hermoso, ordenado, limpio, bien decorado y con buen aroma. Deseo tener menos panza (ya ni siquiera deseo ser flaca otra vez) aunque no cambie mis hábitos. Deseo conseguir un buen trabajo pronto. Desearía que no se viera tan lejano. Deseo no rendirme. Deseo aprender nuevas habilidades. Deseo hablar con gente y divertirme. Deseo leer. Deseo escribir. Deseo ver películas.
Es de noche y estoy sin bañarme aún. Acá sentada en mi escritorio frente a mi laptop escucho "Titanic Rising" de Weyes Blood. "Por cuatro días locos" de María Moreno me mira a mi izquierda, junto a las telas que separé para ver si aprendo a hacer ropa para muñecas. No hago nada. Escribo esto. Escribo esta mierda que sólo sirve para revolver heridas y deseos. Escribo mientras me duele la espalda pese a la buena postura. Nada es suficiente para mi cuerpo y para mí. Nunca voy a estar satisfecha. Pienso en "Hamilton", que tiene partes en las que hablan sobre cómo el protagonista nunca va a estar satisfecho. Yo tampoco. No sé si es que sea ambiciosa como él. No me considero ambiciosa. Sí creo que nada me viene bien. Sólo soy feliz y -casi- despreocupada durante las vacaciones. Soy nostálgica de lo que aún no perdí, de lo que no tengo y de lo que probablemente nunca vaya a tener. Estoy en constante duelo de las vidas que podría haber tenido y de las que me gustaría vivir. Cuando consiga trabajo (si es que pasa), voy a extrañar las infinitas posibilidades del ocio, del tiempo dedicado a la casa y a los hobbies, a la música y a la escritura.
Desearía poder llorar en este momento. Quisiera terminar de escuchar este disco. Quisiera... llorar. Mi insatisfacción y yo nos enfrentamos a un futuro incierto esta noche y todos los días. Me angustia el futuro y el terror. Estoy aterrada, paralizada. Pero, ante todo, angustiada. Pensé que quedarme hasta más tarde me haría bien, que me haría sentir que no vivo por y para la cama, para el sueño al que parezco estar encadenada. Algo de sueño tengo pero quiero terminar de escuchar "Titanic Rising". Aún quiero llorar. Comí de más, comí galletitas. Es como si odiara mi cuerpo, como si me odiara. Pero no quiero odiarme. Quiero respetarme y tratarme con amabilidad, como si fuera una amiga a la que aprecio y conozco en profundidad pero con la que tenemos discrepancias. Ni siquiera en una fantasía estoy conforme conmigo misma, aunque fuera otra persona.
¿Es ambición desear una vida mejor? ¿O será esto lo máximo a lo que puedo aspirar? ¿Habré llegado a mi pico a los 35 años? Me niego, no me conformo con esto, aún me quedan muchos años de vida. Ayer escuchaba "Sine from above" de Gaga con Elton John y él cantaba "When I was young I felt immortal, and not a day went by without a struggle". Yo, sin embargo, ya no seré tan joven como antes pero sigo sintiéndome inmortal. Como una maldición.
Esto se sintió tan real que hasta me asustó... Lo necesitaba, necesitaba leerlo. ❤️🩹